Pasamanería: el secreto mejor guardado para darle carácter a tu casa

La pasamanería es ese accesorio que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede levantar cualquier espacio. Borlas, grecas, cordones, flecos, abrazaderas… pequeños grandes recursos que convierten un cojín corriente en una pieza con personalidad, una butaca en protagonista del salón o unas cortinas básicas en un punto focal de revista. Aunque tradicionalmente se asocia a decoraciones clásicas, la realidad es que la pasamanería encaja perfectamente en interiores modernos. Y más ahora, cuando la personalización está en plena tendencia y buscamos que nuestra casa no sea un catálogo repetido, sino un reflejo de nuestro estilo.

Cortinas con un plus de estilo

En el mundo de la decoración de ventanas, la pasamanería juega un papel de estrella invitada. No hablamos solo de las abrazaderas, sino de esas cintas o galones que enmarcan y rematan las caídas de las cortinas.

Este recurso, muy utilizado por los estudios de interiorismo, logra un efecto inmediato: da definición, aporta textura y puede introducir un color de contraste sin resultar invasivo. Por ejemplo, unas caídas de lino neutro pueden transformarse con un ribete en terciopelo azul marino o en un tono rojo como en esta propuesta de Sanderson, firma que distribuye Gancedo. Si prefieres la discreción, opta por un galón en el mismo color de la tela, que dará un acabado impecable y elegante.

Otra idea es esta que nos dejó la interiorista María Santos en el rincón de lectura que recreó en la tienda de Gancedo, en Madrid. Las cortinas se confeccionaron con el lino de la colección Beret, con un aspecto muy natural y una elegante caída, y se remataron con una cabecilla realizada con una tela a rayas de Ian Mankin y un fleco de Galón. Todo, de venta en Gancedo. 

Flecos y abrazaderas en sintonía

Si quieres un look más teatral —en el mejor sentido de la palabra—, apuesta por cortinas con flecos en el lateral y recógelas con abrazaderas del mismo tono. Esta combinación resulta especialmente potente en espacios que buscan un aire sofisticado, como un comedor formal o un salón con muebles de líneas clásicas.

La clave está en no sobrecargar. Si todo va en el mismo tono que la cortina, como estos accesorios de Gancedo, el efecto es de lujo silencioso.

Pasamanería en muebles: un toque inesperado

Aunque menos habitual que en el mundo textil, la pasamanería también puede darle nueva vida a los muebles. Piensa en una cómoda con funda protectora: basta con rematar el borde con un galón para que deje de parecer una simple cubierta y se convierta en una pieza decorativa.

Otra idea es utilizar pasamanería en los ribetes de sillones o butacas tapizados o, como nos propone en este caso la firma Mind the Gap, a modo de faldón en un sofá. Una forma estupenda de añadirle un toque distintivo sin necesidad de cambiar la tapicería.

Grecas en pantallas de lámpara

Las lámparas también pueden beneficiarse de este pequeño truco decorativo. Una simple pantalla lisa gana presencia si se adorna con galones o grecas en el borde superior, en el inferior o incluso en forma de franja central. Y si no, fíjate en estas propuestas de Sanderson y de Gancedo.

Si quieres un look actual, prueba con grecas geométricas o con detalles en tonos metálicos como el dorado o el cobre, que casan fenomenal con pantallas de lino o algodón. Otra idea original: combinar el color de la greca con otros elementos textiles de la estancia, como cojines o cortinas, para conseguir un hilo conductor en la decoración.

Flecos para personalizar una butaca

Poner flecos en una butaca puede sonar atrevido, pero el resultado es espectacular cuando se hace bien. Solo tienes que ver este asiento tapizado en crudo con flecos Bob de Gancedo, en el mismo tono. Un efecto monocromo muy chic.

¿Prefieres algo más rompedor? Apuesta por flecos en un color de contraste: mostaza sobre azul, fucsia sobre gris… lo importante es que se note la intención. Eso sí, este recurso funciona mejor en piezas aisladas, como un rincón de lectura o un asiento especial, para que los flecos se conviertan en protagonistas y no compitan con el resto de los muebles.

Y llegamos a los básicos imprescindibles: mantas…

Aquí la pasamanería despliega todo su poder para transformar lo cotidiano. Una manta sencilla puede adquirir aire sofisticado con un borde de flecos o un ribete de galón. En este caso, el plaid se ha rematado con flecos y galones de la colección Kilimanjaro, de Gancedo.

…y cojines

En los cojines, las opciones son infinitas: desde ribetear los bordes con cordón como hizo el equipo de AS Interiorista en los modelos que ves sobre estas líneas, hasta colocar una greca en el centro de la funda en un tono que contraste con el color base. Si buscas un aire más actual, prueba con pequeñas borlas en las esquinas en colores vivos y alegres: rojo, turquesa, amarillo… El resultado es fresco, moderno y, sobre todo, único.

Lo mejor es que hoy en día no hay límites. En Gancedo encontrarás miles de opciones de pasamanería, desde las más clásicas hasta diseños actuales y atrevidos, perfectos para personalizar tu casa a tu manera. Porque cuando los detalles se eligen bien, la decoración deja de ser genérica para convertirse en algo único.